Mi odisea: nuevas ideas


En mi infancia solía jugar con varias cosas después de volver del colegio, en la primaria, una de ellas era el soldador y las plaquetas quemadas, la otra, era la computadora.

Luego de ir comprendiendo poco a poco cómo armar un videojuego, seguí intentando encontrar una forma de financiarlo. Cuándo creía que tenía un futuro brillante, a principios de la secundaria, había planeado usar lo que ganará trabajando en un supermercado para colocarlo en la bolsa luego irme a estudiar.

Había probado un simulador de Invertir Online, si no me equivoco, en el 2010, cuando tenía quince años y seguía a Galperín por twitter, quería fundar un gigante tecnológico como él. Años después me plantearía ponerle la competencia, pero esa es otra historia… 

Soñar es gratis, dicen… La vida me enseño que soñar te puede costar tiempo, si no lo usas para motivarte a aprender, eso si, guardate tus sueños para tí, o todos se reirán de tí.

Ya tenía dos fracasos en el currículum, uno era una red social para escritores, la cuál no me atreví a sacar porque compartí la idea, y como vivo en el país que vivo, no lo comprendieron, me intentaron ayudar para crear un grupo de escritores y por otro lado, una asociación de escritores. ¿En pleno siglo XXI? fue lo que debí preguntar.

Después de aprender amargamente, que hay que refutar las ideas de los iluminados, sin compasión alguna. Me tocó aprender, que anunciar cosas en internet ya no era tan fácil.

Intenté crear también una red social para viajeros, a varias personas del hemisferio norte, les gustó la idea, a los latinoamericanos, no tanto. Si el turista venía solo, ¿por qué deberían ir a buscarlo?. Básicamente, me descubrieron, escapé del manicomio.

Seguí adelante, me enfrenté a los problemas socio-económicos de la Argentina. Después de superar problemas financieros, decidí vivir las 24 horas del día como Magali Saucedo, si básicamente comencé mi transición.

Aparte de aprender a editar videos, volví a repasar los conceptos de mi antiguo hobbie, del secundario, el sonido. Esta vez ya no intentaría crear un mezclador de audio, sino para las grabaciones y a su vez, la creación de sonidos y soundtracks para el trailer de mis historias y/o el videojuego.

Esto llamó mi atención, volví a plantearme la idea de usar Arduino para crear robots, en el pasado creía que podría crear alguno, para limpiar el piso o el patio, con algunos circuitos de la revista “Saber Electrónica” y mi ingenio.

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