Reflexiones de la era actual


A veces me siento como un NPC que acaba de obtener conciencia, y se da cuenta, como todos son una lista finita de arrays, con dialogos monótonos, con un árbol de desiciones, hecha por un pésimo game designer.

Una vez escuche una entrevista a una escritora, famosa al parecer de Argentina, yo no suelo consumir mucho de contenido intelectual de mi país de origen, tengo mis razones. Lo importante, y lo que me traumo, de cierta forma, fue ver que para ella todo era política, desde el desayuno.

Día a día, nos esmeramos por repetir los errores, de la Hélade y tanto de la República, como del Imperio Romano. A veces pienso que estamos, en una especie de medievo tecnológico, dónde la religión imperante es la democracia. Por suerte llevo años usando mi método de deducción (secuencial, combinatorio y relacional), ser agnostica, atea o tener algo en que creer, me dan igual, todo es relativo. No me gusta malgastar mi energía, en debates, menos en discursos investigar cosas sin sentido, estamos en una época, en dónde necesitamos comer y salir de la crisis.

En una realidad, que tiende al surrealismo, a veces pienso que soy la única persona que ha llegado momentaneamente o al menos intenta, contener a su lado más primitivo.

En la era de la desinformación, dónde los pecados capitales más graves son verificar la información, leer un libro, decirle a tu profesor que hay contradictorio o ridículo en su argumento, es ser “niño de cristal”.

En un mundo sin pausa, que te obliga a llevar la mente cargada de emociones, dogmas y sesgos conitivos, posiblemente, para tener menos cuidado que un pavo real en la selva, y más impulso que un oso habriento, o tal ves simple ignorancia, es casi imposible, retirarse a pensar y reflexionar un poco antes de seguir. Plantearnos la pregunta, ¿hacia dónde vamos? y ¿es esto lo que queremos lograr?. Quizás en la supuesta era dorada, época un tanto relativo a lo que consideremos como “ideal”, sea más problable que las personas, tomaran un momento para descanzar y tomarme se un momento, sobre todo, quizas exista un mecanismo en el cerebro que sirve como un “reinicio del sistema”.

En pocas palabras, a veces siento que no existe forma de comunicarse correctamente, la otra parte tiene un array finito de opciones. Eh llegado a la conclusión de que el sistema, esta diseñado para crear idiotas, evitar conectar o buscar relaciones en las ideas, evitar salir de “p entonces q”, falta o poco conocimiento sobre como usar la imaginación y la capacidad de expandir las opciones, en el grafo o “árbol” (en el pasado ya conocían este concepto, solo que pensaron que era “divino” o todo lo contrario, para abreviar), que usamos para tomar desicióness, elaborar conceptos y entender a los demás, es decir, que para entender lo que me dicen, primero necesito entender porque y para que lo dice, si tenemos ideas preconcevidas, es normal que surga algún conflicto y no entendamos a la otra parte.