Relato corto de Un mundo nuevo: Aprendiendo


— En el pasado, comenzó Andres — mientras hablaba con su camisa de lino desabrochada en el cuello, con los papeles sobre la mesa y la pluma en el tintero, cansado de las quejas de por las faltas de talentos — en mi mundo, cometieron el error de hacer que los niños aprendieran a los golpes.

— ¿A la fuerza mi señor? — dijo con una mirada desconcertada el funcionario, un viejo canoso, ojeroso y narigón, que vestía una ropa negra, sin adornos, era tutor de los niños que Andrés recogió para ser pupilos de la casa y a su vez su funcionario de confianza — ¿Acaso hay otra forma? ¿Por qué un padre o un maestro debería dudar a la hora de encaminar a la oveja descarriada?

— No se trata de dudar, lo que quiero que hagas es encontrar la forma de que puedan absorber las enseñanzas — dijo pensando que podrían hacer los cálculos más básicos para evitar perder tiempo en el diseño de las herramientas sembradoras — así como la tierra del desierto absorbe el agua.

— Y en el desierto — dijo con una mano en la barbilla — todos anhelan el agua.

— Exacto, si hemos llegado hasta aquí, dime — dijo Andres, con las manos en la mesa y la mirada llena de ambición, mientras su mano derecha lo observaba con una sonrisa irónica — ¿Qué tan grande podrá ser nuestra nación cuando los jóvenes obtengan la sed del desierto?

— Interesante, una mirada llena de ambición, llena de ilusión. La comparto, pero creo que no todos la obtendrán — dijo pensando en la pila de pergaminos, cartas y libros que necesitaban ser clasificados — Al menos, deberemos conformarnos con que beban de la fuente para saciar la poca sed que obtengan.

— Necesito — dijo después de levantarse a mirar el paisaje por la ventana — dejar las cosas más básicas a quienes inician, por ejemplo la imprenta. Necesitamos tener catalogadas y almacenadas varias técnicas de los artesanos, para preservar el talento.

— Si las personas aprendiesen más rápido, serán útiles. Las cosechas, con su última creación, podrán reducir el tiempo de los granjeros.

— El problema que nos resta, es que la población, de un modo u otro, nuestros enemigos, nos irán diezmando en cada verano. Necesitamos retirar la tierra al norte, para construir un canal y hacer que los barcos naveguen entre ambos mares. Eso también ocultará nuestras fuerzas, del Reino y del Imperio.

— Seguramente, sin embargo, derrotarnos significa un triunfo, por lo tanto, es un riesgo que significaría obtener una mejor compensación, por parte del emperador.

— Remover la tierra, es un trabajo duro, pero también espero de que los jóvenes sean capaces de aprender varias cosas, luego comiencen a seguir instrucciones para servir como aprendices. Espero también educar a los jóvenes artesanos, eso no servirá para tener mejor contabilizada la recaudación de impuestos.

— De momento — dijo Andrés abrochando su camisa y colocándose el saco bordó — me conformo con tener buenos zapatos y el granero lleno. En invierno, los educaremos y poco a poco, veremos cómo lograr obtener una mejora de la muralla, con fosos y si es posible, en la muralla de ladrillos sin cocer, que hemos levantado, la usaremos para evitar que nos detengan en la construcción del canal.

El funcionario vió a Andrés marcharse, cuándo comenzó a salir de sus pensamientos, para volver a entender de que debía educar bien a los huérfanos, si quería terminar de leer y clasificar para Andrés, los pergaminos, con solicitudes de las comandancias, las aldeas y las casas amigas que esperaban a su lado.


Link al documento en dónde editaba el texto. Me gusta dejar las notas, para luego ir consultado, antes tenía un software para eso, pero me es imposible mantenerlo.

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