Borrador del capítulo I: Tan insólito como la fantasía


Nota: Escrito en 2014, por retrasos aún no pude publicar la novela, pero estaba online historias de esta saga


Una tormenta llegaba de la nada, cuando de repente un rayo de color rojo cayó en las montañas atrás de la villa. Sin prestarle atención al rayo unos pescadores corrieron a proteger los barcos, cuando de repente un viento soplo trayendo consigo olor a muerte.

Todo de pronto se calmó, y un sonido a tambor se escuchaba a lo lejos, las personas comenzaron a correr asustadas, una guerra apenas había terminado, por eso esto es más que suficiente para asustar a personas de un pueblo al sur de las tierras del reino de Lots. Parecía que el pacto que sirvió para terminar la guerra sería inútil, otra vez un ejército enemigo marcha sobre estas montañosas tierras.

Solo un joven pudo comprender la escena, nada de eso era normal, sobre todo un rayo rojo.

“Abandonen el lugar –grito obedeciendo a un instinto–  nada de esto es normal”

Pero nadie obedeció, puesto que tampoco nadie atacaría con un ejército  a un montón de pescadores. Sin embargo las cosas fueron diferentes.

Cuando esperaron en sus casas, algunos vieron al joven esconderse detrás de una carreta, habrán pensado que estaba loco, pero no, fue ahí cuando las flechas les llovieron.

Mi señor, no era una simple banda de salvajes, tampoco un ejército.  Cada uno de ellos poseía una armadura que estaba pegada a la piel, ojos negros como la noche y una falta de sensibilidad total. Sin importar cuanto cortaras no se retiraba, puesto que dolor era algo desconocido por estos seres. Por lo tanto he de creer al joven y afirma yo mismo, un escriba de su señoría, que ninguno de ellos podría ser humano.

Escriba del Reino de Lots al mando del General  Mavius.

“Simplemente no puedo creer que envíen un informe tan fantástico, –Dijo el rey – mi mejor general enviando esto…  una decepción”.

“Su alteza, como su concejero debo aconsejarle que al menos hable con él”

“Un rey no puede darse el lujo de creer en fantasías, simplemente tráeme a estos tres.”

“Si mi lord, lo que usted me ordene”.

Sin terminar de retirarse el hombre, el general Mavius se presentó ante el rey.

“Dígame mi querido general, como es posible que exista algo con forma humana, use armadura y se organice para atacar aldeas”.

“señor, eso simplemente no lo sé, pero… “– fue ahí cuando inclinando el rostro pudo ver la carta.

“Por favor – interrumpió el rey, con una mirada que lo decía todo– ante las fallas humanas no se justifique con un pero”

“Lo entiendo mi rey – con desaliento pero continuo- por eso acompáñeme afuera, al ver al prisionero lo comprenderá”.

Sin decir una palabra, el rey de Lots se levantó del trono, camino hacia la puerta y al pasar junto a él, Mavius no podía despegar la mirada de la carta. Todos sus pensamientos eran tallados en cada gesto de su rostro, sin poder entender nada solo siguió a su rey al patio donde esperaba el prisionero.

Al llegar, levantaron la capa que cubría la jaula, simplemente todos quedaron atónitos, era parecido a un humano, pero con piel roja y una armadura pegada al cuerpo, los ojos tan negros como la noche y era claro que el dolor no era un problema, puesto que tenía cortes en todo el cuerpo y un brazo amputado.

“Lo ve mi rey –dijo el general”

“Simplemente no lo creo Mavius, lo veo y aun así no lo creo”

Mientras todos estaban atónitos mirando a ese ser, el consejero aprovecho la situación para acercarse al oído del rey y susurrarle “Señor, como su concejero creo que será prudente pedir ayuda del Gran Mestres”.

 “Cúbranlo – gritó al reaccionar, con tono apresurado y preocupado por su gente como rey– cúbranlo rápido antes de que el pueblo pueda verlo”

Estaba más que claro que los guardias también tendrían que guardan silencio. Sin embargo ante los temblorosos ojos de un oficial, le siguió el grito de la bestia, muchas personas se acercaron a ver. Como misterio el hecho tuvo poca esperanza, eran demasiados civiles con ojos clavados en él.

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